FEMINISMO, Y SU NOCIVIDAD SOCIAL

17.08.2019

En México no es ajeno para nadie el conocer y sentir la palpable crisis de inseguridad, pero una lectura digna de esta crisis es la que se ataca concretamente, sin razón de sexo, sin razón de privilegio, o sin exclusiones por ambiguas interpretaciones de nuestra autopercepción social, como tal es el caso del concepto "género".

Antes de poder hablar se tiene que entender que si bien las mujeres no están seguras, los hombres tampoco lo están, porque la incidencia delictiva afecta a todo aquel ciudadano que, en su paso, se le atraviese. La degeneración no se ha reprimido en violar menores, jovencitas, a sus amigos varones en razón de su ebriedad, ni, lamentablemente, a ancianas. Ahora bien, las organizaciones feministas dan seguimiento de los casos particulares de asesinatos, animadversiones y faltas hacia ellas, hacia las mujeres, pero la falta de protección, certeza y efectividad policial no le es ajeno al varón. Para poder acabar con violaciones, asesinatos; secuestros, debemos también bajar las mismas tasas en varones, no porque la estrategia para disminuir un índice u otro, en razón del sexo, sea diferente, porque precisamente eso es lo que hay que ver, que bajando una se baja la otra, pues la crisis es homogénea en lo amplio, y compleja en lo particular, pero que si se da una certeza de legalidad, convivencia y armonía a la sociedad, no a las mujeres ni a los varones en su particularidad, se puede lograr evitar las penas de manifestaciones frustradas en su intención en razón del sensacionalismo de la doctrina feminista que ha, sistemáticamente, implantado un odio general a la figura masculina, satanizándolo, viéndolo como un ente corrompido en sí mismo por su naturaleza.

El Movimiento Conservador Verde condena las actitudes llevadas a cabo por simpatizantes feministas, y responsabilizamos a todas las organizaciones que han monopolizado el ideario en razón de hacer creer que, para buscar la igualdad, el feminismo es necesario, si bien hay feministas dignas, honradas, grandes personas, es momento de entender que el uso mismo de ese concepto genera choque por animadversión que genera per se en contra de la figura masculina, es decir, aunque la teoría feminista sea esencialmente "diplomática", el sentimiento que transmite a aquellos que la siguen será esencialmente igual de nocivo para la sociedad que si se tratase de una organización de choque, destinada a un único fin, el vandalismo; el odio. En un país, de un mundo occidental, cuyas constituciones, instituciones, valores cívicos, reglas morales, han dejado claro el alcance de la mujer en la necesidad de igualdad, es momento de dar el paso a una verdadera homogeneidad, lograda únicamente en una sociedad que no se hace distinción en razón de su sexo, que no promueve ideologías con su "género" en ellas, generando así, entonces, una divergencia correlacionada.

Condenamos también el vandalismo causado, con el que ejemplificamos la toxicidad de un feminismo obsoleto en un mundo, cuya aspiración a la igualdad, no puede ser concretada. Tal es el caso contemporáneo de esta crisis de seguridad, pues en vez de estar atacando la crisis, generando estrategias cuyo objetivo sea ese mismo, estamos inmersos en un odio social que victimiza a algunos, responsabiliza a otros, y finalmente estanca nuestra sociedad en una lucha ideológica que no está mejorando el fin judicial y ejecutivo de una mayor seguridad para todos.

Jorge Luis Pimentel. @JLPimentelM

Líder Nacional del Movimiento Conservador Verde.

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