CULTURA, HISTORIA Y SU HIPERSEXUALIZACIÓN

Fabián Cháirez, un pintor mexicano, tomó la osadía en el 2014 de querer tomar a modo la figura de Emiliano Zapata y tergiversarlo al molde de la doctrina progresista. Hoy la pintura vuelve a cobrar relevancia, pues Bellas Artes ha decidido incluirla en una de sus exposiciones.
El arte es el reflejo del pensamiento político, pero podemos asegurar que hay límites implícitos en cómo manejamos la figura de personajes, que si bien son históricos, también tienen limitaciones intrínsecas por lo que representan, es decir, no somos ignorantes de las aseveraciones históricas que buscan señalar que Emiliano Zapata pudo haber mantenido una relación con Ignacio de la Torre y Mier, yerno de Porfírio Díaz. No obstante, nosotros, como espectadores históricos debemos ir más allá y respetar la figura de Zapata por lo que hizo y no por lo que se rumora de un personaje hoy ya muerto.
Fuera de rumores o chismes que pareciesen de farándula, Emiliano Zapata fue un líder revolucionario, se mostró a México para defender demandas agrarias, no para hacer una revolución sexual o para propagar sodomia o adoctrinamiento zurdo-marxista por México. Hoy con la vorágine de los lobbys progresistas, el LGBT entre ellos, resultan convenientes aquellas rumoraciones que señalan de homosexual a Zapata, pero que lejos de ser ciertas o no, se alejan de la naturaleza política por la que hoy Emiliano Zapata es recordado por ciertos mexicanos, por lo que naturalmente la toma de su imagen para representar algo de manera pública que él nunca decidió representar, causa justa indignación en la sociedad mexicana.
Jorge Luis Pimentel. @JLPimentelM
Líder Nacional del Movimiento Conservador Verde.